Sexo con emociones. El placer total [Vídeo]

A veces la gente me pregunta: ok Gerard, todo esto de la sexualidad que planteas está muy bien, ¿pero cómo encuentro esa sexualidad más emocional?¿Cómo doy con ella dentro de mi y, lo que es más importante, cómo convivo con esa sexualidad en este mundo frío e insensible?
Esas son preguntas que todos nos hacemos cuando empezamos a explorar esta nueva sexualidad más sensitiva, más fresca y más verdaderamente empoderada.
En este vídeo voy a darte respuesta a estas y otras preguntas relacionadas con la sexualidad y las emociones. Porque son un elemento imprescindible si quieres sentir un placer completo.
¡Así que acompáñame!
[He grabado el artículo en vídeo, por si prefieres verme a mi en lugar de leer!]
Bien, si has llegado hasta aquí es porque ya has desechado la idea caduca de una sexualidad fría y sofisticada, llevada sólo por un desahogo corporal... Bueno, a veces solo llega a desahogo mental…
Ya estás en el camino de querer en tu vida una sexualidad distinta, esa que a veces anhelas, con una integración total en los tres centros. Una sexualidad donde tanto la mente como el cuerpo como las emociones vibren en la misma sintonía, explorando el cuerpo erógeno verdaderamente abierto, verdaderamente presente, verdaderamente disponible.
Muchos de nosotros estamos en ese camino y, sin embargo, nos topamos una y otra vez con una puerta cerrada: la emoción.
Sí, estamos convencidos de saltar a un lugar distinto en nuestro mundo sexual, pero la mala gestión de nuestras emociones nos lo impide. Y años de esa mala gestión pasan factura.
Quien más quien menos, lleva muchos años haciendo oídos sordos a sus emociones. Mucho tiempo diciendo "ahora no".
Una educación demasiado sofisticada nos habla de lo que debemos sentir y lo que debemos hacer. Así que, a bien temprana edad, aprendemos a expresar lo que supuestamente deberíamos estar sintiendo. Y, poco a poco, lo que no expresamos... deja de existir. Así se oculta de la mirada de los demás.
Y ahí es donde empiezan nuestros problemas, pues que desaparezca de la mirada de los demás, incluso de tu propia mirada, no significa que haya desaparecido.
Así pues, cuando le ponemos cercas al campo, el campo pierde toda su belleza. Y eso es lo que nos pasa a nosotros: todo aquello que tratamos de manipular pierde su propia esencia y se vuelve plasticoso, falto de verdadera espontaneidad. Y acabamos siendo una burda representación de nosotros mismos.
Aprender a tener una sexualidad más emocional pasa por emprender un camino de autoconocimiento hacia tu propio mundo interior. Implica desandar un camino y volverlo a andar desde un lugar mucho más honesto y consciente.
Porque andar el camino hacia una sexualidad más emocional implica andar a la par un sendero de reconocimiento de ti mismo, un reconocimiento de tus emociones y tus límites, de tus placeres y tus dolores.
Pero, y ahí va una pregunta importante, ¿cómo puedo andar ese camino?
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Bueno, ahora en serio.
Es importante notar lo que te he dicho al principio: las emociones operan en el cuerpo y, de la misma manera, podemos acceder a las emociones a través del cuerpo. El cuerpo es la clave para todo cambio, pues todo se opera en el cuerpo. Nuestro trabajo es volver a liderar nuestro cuerpo y, en lugar de dejar que los pensamientos de la sociedad lo moldeen, liberarlo y dejarlo fluir, pues presumiblemente en esa toma de espontaneidad volverá a expresar las emociones reprimidas.
Ahora bien, eso no es tan fácil de entrada.
Las emociones no son una cosa diáfana sino que es muy parecido a una cebolla. A veces debemos expresar el malestar para que luego podamos explorar la soledad y, quizás, luego la tristeza. Hasta llegar a un lugar donde conecto conmigo y desde ahí expresar y comprender para liberar.
Así funcionan las emociones: no están separadas las unas de las otras, sino que pertenecen a un entramado maravilloso donde todas tienen un porqué y una necesidad expresiva.
Así que, cuando estés expresando una emoción, sigue la metamorfosis que sucede de ella. Verás cómo cambia de color por la propia expresión y varía su calidad. Eso es lo que no entiende la mente.
Cuando no queremos expresar ciertas emociones es porque las consideramos insanas por creer que acaban ahí y que ese recorrido no es nada beneficioso para tus propósitos. Pero eso no es así. A veces queremos despertar emociones de felicidad y placer y, sin embargo, no expresamos las emociones. Porque lo primero que sucede al abrirnos es un sentimiento de vacío. Quizás miedo, quizás tristeza y dolor.
Y eso nos frustra profundamente, pues está muy alejado del sentimiento de placer y felicidad que buscamos. O al menos eso es lo que creemos.
Sin embargo, no, no es así. Esas son las primeras capas emocionales que se han acumulado por la propia negación de la expresión emocional. Hemos acumulado, por ejemplo, tristeza ante la negación de expresar la euforia, el asco o cualquier otra emoción castrada.
Me refiero entonces que antes de hallar ese hogar de leche y miel y de hermosos y espectaculares encuentros sexuales, hay que navegar por los oscuros recovecos, destapando viejas pozas de emociones anquilosadas. Y limpiar, expresar y fluir.
¿Sientes que es ahí donde te encuentras?
Es ese punto del camino en el que nos hacemos mineros y buscamos la forma de restaurar nuestro verdadero ecosistema emocional a lo que debería ser: la sana expresión de la propia vida interna.
Es posible que estar en ese punto del camino te impida estar en una sana disposición y te veas envuelto en estados cueva, cerrados y herméticos. Si estás en ese lugar, ahí estás bien. Antes de contactar con el centro sexual colaborativo debes tener una buena relación con tu sexualidad personal.
Todo empieza por ti mismo y es desde ahí que el encuentro sexual se expande.
Las emociones que quieres que acepten los demás de ti debes aceptarlas tú primero. Las emociones que desees que sean reconocidas, debes reconocerlas tú antes.
Desde ahí quizás puedas llegar a un lugar donde las emociones fluyan hermosas, sean las que sean sus formas, cada vez más puras, cada vez más cercanas a la auténtica manifestación del ser que eres.
¡Ahora bien! ¿Cómo se expresan esas emociones dentro del ámbito sexual?
Ahí de donde, de nuevo, el cuerpo tiene la respuesta.
La expresión de las emociones debe impulsarse a través del cuerpo. El cuerpo tiene la clave.
Es por ello que, si quieres aprender a tener una sexualidad más emocional, debes prestar atención al cuerpo. Prestar atención al cuerpo equivale a permanecer alerta a los cambios que operan en el cuerpo, pues al ser el cuerpo el lugar donde se expresan las emociones es ahí donde ocurrirán las cosas.
El problema que tenemos en todo este fregao es que antes que nada deberemos darnos cuenta de la cantidad de cortafuegos que hemos ido creando para no expresar esas emociones.
Y ese es un camino largo.
Pero puedo ayudarte a hacerlo más ligero a través de la respiración.
Los ejercicios de respiración son enormemente poderosos y sanadores. Eso lo explico y lo enseño en el curso de Biosexualidad. La respiración es un potente amplificador de las sensaciones corporales, y las sensaciones corporales están íntimamente ligadas a... así, es, las emociones.
Las emociones se crecen en cada respiración, sea la que sea la que esté sucediendo, pues la respiración energetiza el cuerpo y, por lo tanto, amplifica todo su contenido. A veces, lo único que debemos hacer para saber qué emociones operan dentro de nosotros es llenarnos de más energía.
Cada vez que quieras saber qué emociones operan en tu interior... inspira profundamente y observa tu cuerpo. Verás como pronto empiezas a dialogar con él de forma fluida.
Quizás la conversación te lleva a paisajes que te cuesta aceptar, pero de seguro que será el comienzo de una nueva y verdadera amistad, alejada de la falsedad, los estereotipos y la falta de honestidad contigo mism@.
Desde ahí, las relaciones sexuales pueden florecen hacia nuevos espacios de intimidad, pasión y disfrute auténticos, en los que tu emoción de acompaña.
No sólo eso, sino que la propia emoción es la sal que condimenta toda experiencia.Así como la sal realza los sabores, la emoción realza las experiencias.
Pero cuidado con eso.
Debes procurar cuidar esa particular capacidad de hacerte más sensible y esa propia sensibilidad conlleva la posibilidad de salir maltrecho y herido emocionalmente. De ser así, las emociones volverán a esconderse dentro de ti en un intento por protegerse. Así que, cuídate bien de exponerte a emociones, pues sentir tiene un precio bipolar: sientes tanto lo bueno de la vida como lo malo. Te toca responsabilizarte de tu ecosistema externo y procurar un espacio beneficioso para tus emociones. Eso no significa que trates de que sólo haya emociones positivas en tu vida, ni mucho menos, sino que sea lo que sea lo que suceda con ellas, tú puedas atenderlas, darles lugar y sentido. Así el despertar emocional sexual podrá ser una realidad a tu alcance.
Despertarte a un espacio de sexualidad emocional implica ser conciente y consecuente con ello. Sólo así obtendrás todos los grandes dones que las emociones pueden otorgarte y serás bendecida con la capacidad de sentirte a ti misma tal cual eres. Y expresarte en consecuencia, es decir, esa honestidad maravillosa que pocos valoramos hoy en día y sin embargo puede determinar la calidad no sólo de una relación sexual, sino de toda una vida.
¿Y qué hacemos con la mente que trata de etiquetarlo todo y de buscarle los tres pies al gato? Pues a la mente que le den por culo un ratito, y ya hablaremos de ella en otro vídeo.
Y hasta aquí el vídeo de hoy, suscríbete a mi canal si te ha gustado el vídeo, dale a like y activa la campanita de notificaciones, así no te perderás ninguno de mis nuevos vídeos. ¡Ve por la sombra!