Descubre la riqueza de las palabras: la importancia de nombrar lo que sentimos

La capacidad de nombrar las cosas y las emociones es fundamental para poder comprenderlas, expresarlas y compartirlas con los demás. Las palabras nos permiten crear conceptos, distinguir matices y sabores en nuestras experiencias, y nos ayudan a enriquecer nuestra comprensión del mundo.

En la antigua Grecia, por ejemplo, el amor se describía con distintas palabras para distinguir los diferentes tipos de amor: Eros se refería al amor erótico, Ágape al amor incondicional y filantrópico, Philia al amor de la amistad, y Storge al amor familiar. Cada una de estas palabras contenía un matiz diferente que permitía a los griegos entender mejor las complejidades del amor y expresarse de manera más precisa y clara.

De manera similar, en nuestro mundo moderno, el uso de diferentes palabras y conceptos nos permite tener una comprensión más completa y profunda de nuestras emociones, relaciones y experiencias. Al tener un mayor vocabulario emocional, podemos nombrar lo que sentimos con mayor precisión y compartir nuestras experiencias con los demás de manera más efectiva.

Es importante tener en cuenta que, aunque el lenguaje puede ser una herramienta muy poderosa, también puede ser limitante si no tenemos suficientes palabras para describir nuestras experiencias. Por eso, es importante seguir explorando y descubriendo nuevas palabras y conceptos para poder enriquecer nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos.

"Compersión" es una palabra relativamente nueva que se ha utilizado para describir un estado emocional empático en el que una persona siente felicidad y deleite al ver a otra persona experimentando felicidad y deleite. Se utiliza comúnmente en el contexto de las relaciones poliamorosas, donde una persona siente compersión cuando su pareja experimenta amor y felicidad en otra relación.

La compersión es el opuesto de los celos y puede ser una forma de enriquecer y fortalecer las relaciones en lugar de debilitarlas. Al experimentar compersión, una persona es capaz de sentir alegría y felicidad por el bienestar de su pareja, incluso si ese bienestar proviene de una relación con otra persona.

Es importante tener palabras como compersión para poder nombrar y describir nuestras emociones con precisión. Al nombrar y comprender nuestras emociones, podemos tener una mejor comprensión de nosotros mismos y de nuestras relaciones.

Desafortunadamente, a menudo no sabemos cómo describir o nombrar nuestras emociones, lo que puede llevar a que no las comprendamos completamente. Las palabras nos permiten matizar y enriquecer nuestras emociones y experiencias, lo que nos permite explorarlas y permitirlas más plenamente.

El lenguaje es una herramienta poderosa para la comprensión y la expresión de nuestras emociones y experiencias. Al explorar y descubrir nuevas palabras y conceptos, podemos ampliar nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos. La compersión es solo una de las muchas palabras que nos permiten explorar y comprender nuestras emociones de manera más precisa y matizada.

A menudo, nos pasan cosas por dentro que no somos capaces de distinguir, expresar o verbalizar. A veces, estas emociones y sensaciones se quedan en el olvido, simplemente no existen, o peor aún, luchamos contra ellas para esconderlas. La falta de lenguaje o vocabulario emocional adecuado puede ser una de las razones por las cuales no podemos reconocer y entender nuestras emociones.

El lenguaje nos permite nombrar y comprender nuestras emociones y sensaciones con mayor precisión y detalle. Sin embargo, en la sociedad actual, a menudo se tiende a simplificar el lenguaje y la comprensión emocional. Palabras como "follar" se utilizan para describir una amplia gama de experiencias y emociones, lo que puede hacer que perdamos matices y significados importantes.

Al utilizar una sola palabra para describir experiencias tan diversas, podemos correr el riesgo de minimizar o incluso negar la complejidad y la diversidad de nuestras experiencias emocionales. Es importante recordar que el lenguaje es una herramienta poderosa para la comprensión y la expresión de nuestras emociones y sensaciones. Si no tenemos las palabras adecuadas para describir lo que sentimos, corremos el riesgo de no reconocer y comprender plenamente nuestras emociones, lo que puede afectar nuestra salud emocional y nuestra capacidad para conectarnos con los demás.

Es fascinante cómo las palabras pueden tener un impacto tan poderoso en nuestra capacidad para expresar y comprender nuestras emociones y sensaciones. Las palabras pueden ayudarnos a matizar nuestros sentimientos y darles un lugar dentro de nuestra conciencia.

En mi opinión, hay muchas palabras que pueden enriquecer nuestra comprensión emocional, pero algunas de mis favoritas son aquellas que describen emociones complejas o sutiles que pueden ser difíciles de nombrar. Palabras como "saudade" en portugués, que describe una sensación de nostalgia y añoranza por algo que se ha perdido; "hiraeth" en galés, que se refiere a un sentimiento de nostalgia y anhelo por un hogar o una tierra lejana; o "yūgen" en japonés, que describe una sensación de profunda y misteriosa belleza.

En cuanto a las palabras que me gustaría rescatar, creo que hay muchas que se han perdido o que han caído en desuso en el mundo moderno. Algunas de estas palabras incluyen términos como "querencia" en español, que describe un lugar donde uno se siente seguro y cómodo; "gemütlichkeit" en alemán, que se refiere a una sensación de acogida y calidez; o "l'esprit d'escalier" en francés, que se refiere a la sensación de pensar en una respuesta ingeniosa o apropiada demasiado tarde.

¿Qué palabras te enriquecen? ¿Qué palabras rescatas o quieres rescatar para darle lugar a sentimientos que no quieres que se le escapen a la razón?

Empezaré yo, y empezaré con una palabra de mi lengua materna: ESCALF

Que significa escalfar o calentar. Y más allá de eso “dar calor”. Se usa en lugar de “apoyar” “te doy apoyo” sino “te doy calor”. 

Es un matiz mucho más rico a cuando alguien nos apoya, porque a veces no queremos apoyo, queremos simplemente calor, que estés cerca, notar, saber que estás ahí, pues no quiero que me sostengas, quizás ahora no, quizás ahora sólo quiero que estés a mi lado dándome calor. Quiero que me calientes el corazón, que quizás lo tengo frío.

En última instancia, creo que es importante seguir explorando y descubriendo nuevas palabras y conceptos para enriquecer nuestra comprensión emocional. La palabra "escalf" que te he mencionado es un ejemplo maravilloso de cómo una palabra puede contener un matiz sutil y enriquecedor que puede ayudarnos a expresar nuestras necesidades emocionales de una manera más precisa y significativa.